Esta pieza es una alusión a la migración y contiene memorias de infancia relacionadas con mis siete hermanos que migraron a distintas partes del mundo. En el libro, cada imagen es acompañada por una pequeña descripción acerca de sus gustos personales y objetos preferidos, construyendo de esta manera, un retrato actual de cada uno de ellos, y así traerlos al mismo espacio y tiempo. Decidí entonces escoger una imagen del libro y convertirla a código hexagesimal. En este caso, solo el 3% de la imagen es utilizada ya que su codificación completa llenaría muchos metros de extensión.
Al respecto, la información oculta de la imagen muestra en la actualidad, su inabarcable naturaleza virtual pues lo que vemos no es más que una concepción tecnológica. Así, puedo determinar dos puntos: a) La imagen fotográfica como noción tradicional de la memoria queda anulada. b) La imagen como tal, es un algoritmo infinito cuyo sentido es más abstracto que figurativo. El espectador siempre acostumbrado a la figuración y la noción de la pureza fotográfica se encuentra con la composición real de la imagen digital de la fotografía, devenida en simple dato.
Intercalo el código resultante de la imagen con textos provenientes del dictamen sobre el “Tribunal Permanente de los Pueblos”, que muestra la realidad económica, político y social de nuestro país. De esta manera, el código de la imagen es atravesado subitamente por estos textos y puede relacionarse con la intervención violenta del sistema atravesando los contextos culturales y afectivos.